Todas las experiencias que vivimos, las hacemos dentro de este avatar/cuerpo, parece una obviedad, pero muchas veces lo olvidamos. Todo el aprendizaje que buscamos, no está en otro lado más que en nuestro propio cuerpo.
Yoga, entre tantas cosas, lo que nos trae es el acceso al propio cuerpo.
En todas nuestras prácticas, ponemos el foco en mejorar la atención y ampliar la movilidad. Y entramos al cuerpo a través de la respiración.
Nos movemos de manera dinámica, aumentando la fuerza, el equilibrio, la flexibilidad, la relajación, pero sobre todo: la aceptación a lo que ya es.
Usamos nuestra práctica de Yoga, como es espejo para vernos a nosotrxs mismxs.
Practicamos y pasamos por el cuerpo todo el aprendizaje, que luego nos llevamos fuera del mat a la vida. Practicamos la actitud interna y desde ahí autogestionamos nuestra salud y empoderamiento, para nuestro camino de bienestar.